ANS 04/08/2020 Aguinaldo 2021, Ángel Fernández Artime
Después de haber hablado con muchos Inspectores y de haber escuchado sus exigencias, y después de haber debatido con los miembros del Consejo General, los responsables de la Familia Salesiana y los salesianos de la Sede Central Salesiana, el Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, ha elaborado el lema o título elegido para el Aguinaldo 2021, emblema de la respuesta salesiana a la situación actual generada por la pandemia: «Nos mueve la esperanza: ‘Quiero hacer nuevas todas las cosas’ (Ap 21,5)».
“Al pensar en el mensaje que nos puede unificar como Familia Salesiana en este año 2021 es imposible no tener en cuenta que desde hace muchos meses, en mayor o menor medida, el mundo, las naciones, todas están, si no paralizadas (aunque muchas sí), ciertamente bloqueadas», señala el Rector Mayor en el texto de presentación del Aguinaldo.
Al mismo tiempo, “nuestro mensaje subraya y enfatiza que ante esta realidad dura, dolorosa y de pesantes consecuencias, seguimos expresando nuestra certeza de que nos mueve la esperanza, porque Dios en su Espíritu sigue haciendo ‘nuevas todas las cosas’”.
Ilustrando la estructura del mensaje del Aguinaldo, don Ángel Fernández Artime, subraya que el mismo Don Bosco vivió tantas situaciones duras –incluida una epidemia de cólera– sin por ello perder la esperanza, más aún, reaccionando siempre y motivando a los otros a actuar.
Este tiempo presente, por tanto, es tiempo oportuno para tomar consciencia y empeñarse delante a todos, también por lo que antes de la pandemia no iba bien, pero a lo que a veces uno se había acostumbrado: el sufrimiento de tantas personas, las epidemias y otras enfermedades menos anunciadas, y los daños a Dios Padre.
Es así que el Aguinaldo servirá para proponer una lectura salesiana del tiempo presente, para encontrar procesos alternativos a la cultura dominante para realizar un cambio de valores y de visión. Y para mantener la concreción salesiana, propondrá, al mismo tiempo, lugares y situaciones donde “aprender y ejercitar la esperanza».
Todo esto, dejándose siempre acompañar por María “Madre de Dios, Estrella de la Esperanza”.