El saludo de los buenos días en el colegio salesiano de El Campello, presentados por Elena -profesora de música-, han estado marcados por la celebración del Día de Europa.
Como nos dice Jesús, el amor cristiano no excluye a nadie, nos debemos a toda persona que nos necesite. Por lo tanto, reducir el amor cristiano a los límites de mi pueblo, de mi raza, religión, mi ideología, mi familia, mi clase social… no es una actitud cristiana. La postura verdaderamente cristiana es la de un amor universal que no excluye a nadie.
Esta fecha del 9 de mayo fue creada con el fin de recordar lo que en su momento se denominó la Declaración Schuman, y lo que más tarde sembraría la semilla de la primera Unión Europea.
La Declaración Schuman es el nombre que recibe el discurso dado por el francés Robert Schuman el 9 de mayo de 1950. Fue él quien propuso la creación de una Europa unida con el fin de lograr la paz mundial.
A partir de ese momento histórico, la Comisión Europea concibió esta idea como una realidad a través de la cual nacería una administración conjunta que beneficiaría a todos los países de este continente. De allí nace lo que hoy es una realidad: la Unión Europea, que a partir del año 1985 declaró el 9 de mayo como Día de Europa.
La Unión Europea ha logrado grandes avances para todos sus habitantes y para el mundo: un continente en paz, libertad para que sus habitantes vivan, estudien o trabajen en cualquier lugar de la UE, el mayor mercado único del mundo y ayuda y asistencia al desarrollo para millones de personas en todo el mundo.
Ramón Jáuregui escribe en la revista Misión Joven de abril de 2023, número 555: “Ciertamente ese esfuerzo integrador por hacer una Europa unida y fuerte, exige en cada momento nuevos pasos en la construcción de este bello edificio. Superamos la crisis del euro (2008-2014), ha negociado positivamente la crisis del Brexit (2016-2021), superadas las tentaciones populistas europeas, ha afrontado la pandemia, ha dado pasos impensables en materia financiera con los fondos Next Generation, reparto de vacunas, sanciones a Rusia, atención a refugiados ucranianos y de otros conflictos y una política energética común”.
En el mes de mayo, el mes de la Virgen, le pedimos a María Auxiliadora que nos ayude a seguir manteniendo un clima de respeto, unión y cooperación en Europa con una mirada al mundo entero, nuestra casa común.