CÉSAR

Podemos decir que César ha dado luz a la casa dominando todo lo que hay que saber de equipos eléctricos, instalaciones y toda clase de materiales relacionados con esta disciplina.  Además, ha cuidado de la limpieza de la casa y mantenimiento de la jardinería. Treinta años entregados con pasión y tenacidad.

En Salesianos El Campello, tu casa, has dejado huella y ahora disfrutas de la nueva etapa de tu vida con la jubilación. Recordamos ese lema que decías en determinadas ocasiones de «viva María Auxiliadora, y todo a última hora». Una frase convertida en jaculatoria para afrontar situaciones complicadas en el trabajo diario con un balance siempre positivo, como diciendo “me pongo en tus manos, Madre Auxiliadora.

Siempre positivo, encontrando soluciones y adaptándote fácilmente a las necesidades que a lo largo de todos estos años han surgido en la casa. Tu dedicación y tu trabajo deja en nosotros una buena huella, como una de esas marcas que no se borran.

MARIO

Han pasado 40 años desde aquel 1984 en el que Mario empezó a trabajar de camarero en la cafetería que ahora llamamos «La Pinada». Una etapa breve, porque un año después se estrenó como profesor del colegio, iniciando así un largo periodo vocacional.

Durante cuatro décadas, ha compartido palabras de aliento con sus alumnos y colegas de trabajo, dejando un impacto positivo en la vida de casi 2.000 alumnos que han pasado por su clase. Por eso escuchamos decir muchas veces que en las familias de nuestro pueblo de El Campello, siempre hay un antiguo alumno de don Mario.

Su sello distintivo: la permanente sonrisa y el compromiso han iluminado cada rincón de esta casa salesiana, como decía Don Bosco con su famosa frase ¡Siempre alegres!, o aquella otra de “La educación es cosa del corazón”: herramientas poderosas para construir una Comunidad Educativa y Pastoral fuerte y unida, con el evangelio de Jesús en la mano.

BRINDAMOS

Hoy brindamos por vosotros, César y Mario. Don Bosco vio cumplido aquel sueño de sus 9 años. Esperamos y deseamos que también vosotros veáis que vuestros sueños también se cumplen.

¡Gracias!