Juan Ángel Díaz. Departamento de Orientación de Salesianos El Campello
Parece que todo cuanto nos rodea son malas noticias, que si llevamos ya muchos meses con la pandemia, que si no sabemos si vamos a llegar a los porcentajes de vacunados previstos para el verano, que si la cepa inglesa, que si los colegios son o no seguros… Y mientras tanto seguimos adelante enmarcados en la distancia social, medidas, más medidas y que no falte el hidrogel y las mascarillas.
Pero desde los colegios Salesianos queremos hacer un llamamiento a la esperanza, a poder expresar nuestras emociones y alegría, aunque no podamos tocarnos. Es tiempo de ser creativos, de innovar con nuestro cuerpo, de potenciar las miradas, la expresión de la cara. Qué importante es, ya que no podemos tener contacto, que nuestro tono de voz sea amable y cercano, que amortigüe la dureza de la distancia física. Habrá que inventar nuevos saludos, esforzarnos en decirnos lo que sentimos. Que esta situación no nos arrastre a la soledad y al confinamiento emocional. Es importante cuidarse, es importante ponerle nombre a lo que sentimos. Que en estos tiempos mis redes sociales no sean mi escaparate. Llama a las personas que quieres, diles que las echas de menos, cuéntales lo que te pasa, disfruta de comunicar y de hacerlo por otros cauces.
Todos soñamos con el día que podamos abrazarnos y tocarnos, vernos el rostro por completo, pero hasta que ese día llegue no pierdas la oportunidad de expresar, de alegrarte por ver a tus seres queridos, aunque sea en la distancia. No perdamos tiempo y disfrutemos, dentro de lo que se puede, de la alegría que nos produce saber que seguimos adelante; que somos afortunados por tener salud y que si hoy Don Bosco estuviera entre nuestros patios, lucharía más que nunca por una juventud alegre y optimista que se ocupa de lo que ocurre, y que sueña nuevos cauces para expresar la alegría de poder vivir la vida.