Don Bosco está presente en El Campello cada día más

3 febrero 2025

El mundo entero celebró la fiesta de Don Bosco 137 años después de su muerte. Casi un siglo y medio después, su espíritu y su mensaje siguen más vivos y actuales que nunca entre los jóvenes de los cinco continentes. Al joven Bartolomé Garelli le preguntó si sabía silbar y se lo ganó para siempre con el rezo de un ‘Ave María’. Ahí empezó, con el Sistema Preventivo, todo lo que festejamos cada 31 de enero.

Don Bosco fue mucho más que un sacerdote que fundó una congregación religiosa. Fue un soñador que trabajó en multitud de oficios desde joven para pagarse sus estudios, escribió una treintena de libros y miles de cartas y fue el primero en defender los derechos de los niños, de los trabajadores y de las personas desde la perspectiva cristiana. De hecho, es el patrono de multitud de trabajos, regiones y hasta países por su carisma y su entrega a los jóvenes más desfavorecidos “hasta su último aliento”, como él mismo decía.

Durante todo el mes de enero la figura de Don Bosco ha presidido todo tipo de iniciativas a nivel mundial. Los Salesianos siempre han sido un ejemplo de estar al lado de los jóvenes más desfavorecidos y de sus familias. Por eso, las actividades festivas llenaron un año más los colegios, parroquias, centros juveniles, plataformas sociales, clubes deportivos, hogares, albergues, comedores, residencias, universidades, hospitales, teatros, etc. (INFORMANDO, 3 de febrero de 2025).

Así lo hemos vivido en El Campello durante todo el mes: buenos días en el colegio, el triduo a Don Bosco (días 28,29 y 30), la gran fiesta del día 31 en el colegio y la celebración de la Fiesta de Don Bosco en Familia del día 2 de febrero con un apretado programa. La gran participación de familias, alumnos, profesores, familia salesiana y amigos que nos han acompañado en este gran día, ha superado todas las previsiones.

El carisma de Don Bosco, la misión educativa y evangelizadora siguen haciendo actual a Don Bosco, nuestro padre, maestro y amigo que, cogido de la mano de nuestra Madre, María Auxiliadora, llevó adelante la llamada del Señor.

¡Gracias!


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