Ya estamos celebrando la Pascua. En cualquier momento Jesús se nos aparece en nuestro camino de la vida, se nos presenta, nos llama y nos toca. Tenemos que estar preparados, porque así es como lo hizo con tantas personas inmediatamente de su Resurrección: unas veces en el encuentro personal (de tú a tú), otras veces en pequeño grupo como a María Magdalena con otras mujeres, o a los dos discípulos de Emaús, a María, su madre, junto a los apóstoles, otras veces a más de quinientos…

Las celebraciones de la pasada Semana Santa, la Vigilia y el Domingo de Pascua han sido vividas en la casa salesiana de El Campello con mucha participación de fieles (llenando cada día el templo parroquial). La atención y recogimiento que han mostrado los fieles en cada una de las celebraciones, así como la disponibilidad para colaborar activamente en la liturgia han sido la tónica general, y a todos nos ha llamado la atención.

Llegados desde distintos puntos de nuestra geografía, un grupo de cuarenta jóvenes pertenecientes al movimiento de Renovación Carismática, eligieron nuestra casa para celebrar el Triduo Santo y llegar a la gran noche de la Vigilia Pascual. Como grupo han aportado su sensibilidad y testimonio cristiano, tanto en nuestra comunidad parroquial como en la procesión del Santo Entierro desde la parroquia Santa Teresa. Las palabras de agradecimiento les han llegado abundantemente.

Ahora nos toca a nosotros celebrar este acontecimiento liberador y anunciarlo por el mundo entero.

¡Feliz pascua de Resurrección!