Cualquiera que haya visto el impacto que tiene el aprender y jugar al aire libre en los niños y jóvenes, sabe lo extraordinarias que pueden ser tales experiencias en el ámbito educativo. El aprendizaje al aire libre favorece los recuerdos duraderos, contribuye a construir una mayor conciencia del ambiente, ofrece más oportunidades para pensar de forma independiente y hace que los jóvenes se sientan retados y emocionados por trabajar en un ambiente distinto al habitual.
Este año, desde la asignatura de Filosofía de 4º curso de la E.S.O. vamos a aprovechar el impulso que nos ofrece la pandemia a abandonar las cuatro paredes del aula y ampliaremos nuestras sesiones de filosofía al aire libre.
Su origen se sitúa en el marco de un proyecto más amplio en la asignatura de Filosofía de 4º curso de secundaria, que incluye diversas prácticas al aire libre que pudieran recordar las maneras en que filósofos como Protágoras, Sócrates o Platón practicaban la dialéctica en el Ágora de sus poleis o dando interminables paseos por la naturaleza con los discípulos.
Esta práctica pretende, precisamente, trasladar la filosofía fuera del espacio habitual asignado a su docencia, vinculándola con otros lugares y ambientes y, sobre todo, con otras disciplinas. Nace también con el propósito de quedarse, de convertirse en dinámica habitual e integrada en la programación de aula.
Comenzamos el curso 2015-16 con ejercicios que pretendían fomentar la admiración, y tratar aspectos como la estética y la ética ambiental. Para llevar a cabo estas sesiones, nos trasladamos a nuestra pinada, uno de los lugares más privilegiados de nuestro municipio y que pertenece a las instalaciones de nuestro centro. Desde entonces, hemos seguido utilizando diversos espacios al aire libre que nos envuelvan de naturaleza inspiradora y motivadora para nuestras reflexiones, debates y disertaciones filosóficas.
Dada la buena acogida de esta iniciativa y a la coyuntura actual, en la que desde nuestro centro estamos fomentando la utilización de espacios al aire libre para paliar los efectos de la pandemia, está previsto ampliar las sesiones al aire libre para desarrollar trabajos grupales, competiciones de oratoria y ejercicios de lógica, dentro de un proyecto de mayor envergadura denominado Ágora, que pudiera además vincularse con otras disciplinas y otros proyectos ya consolidados en el centro. Al mismo tiempo, la intención es trasladar la reflexión filosófica no sólo fuera del aula, sino también del centro y del entorno educativo en el que se encuentra, reflexionar sobre la relación del ser humano con la naturaleza y sus semejantes desde diferentes perspectivas teóricas y prácticas en nuestra vida cotidiana. En definitiva, que los alumnos aprendan a integrar la filosofía como un aspecto de crucial importancia en su desarrollo personal y como individuos integrados en sociedad.
Javier Giner Domenech
Profesor de Historia y Filosofía.