Su origen está en las raíces mismas de la pedagogía salesiana: ofrecer una visión de la vida en clave humanista cristiana, donde se integran valores humanos y el Evangelio.

Cada mañana, al iniciar la jornada, es la música la primera en ponerse a trabajar: la megafonía del colegio recibe a todos los alumnos al comienzo del día para introducir ese momento breve de la tradición salesiana de los Buenos Días. Fue la madre de Don Bosco –mamá Margarita– quien tuvo la genial idea de concluir la jornada de los primeros jóvenes acogidos con un buen pensamiento antes de ir a dormir. Esta práctica continúa viva, adaptada a cada realidad –recibiendo el nombre de Buenos días, Buenas tardes o Buenas noches en aquellos colegios salesianos del mundo donde todavía hay chicos acogidos o internos. Su propósito es el mismo: ofrecer mensajes optimistas y motivadores, con un lenguaje sencillo, recursos diversos (vídeos, canciones, narraciones, oraciones, textos bíblicos…), transmitidos con simpatía y estilo salesiano.

Profesores y salesianos preparan y ofrecen este recurso educativo cada día, teniendo también el detalle de felicitar a aquellos alumnos que cumplen años o los han cumplido en los días previos no lectivos. Y del mismo modo, día tras día, se pone todo el trabajo en manos de María Auxiliadora.

David Martínez

Coordinador de Pastoral Escolar