Paqui.
Después de 40 años caminando por estos pasillos ha llegado el momento de decir “adiós” en el desempeño de tu puesto de trabajo.
Han sido muchos los momentos compartidos y creemos que tu balance es muy positivo. Has hecho todo lo que tenías que hacer por la empresa, perdón, por nuestra Casa.
Tu doble nombre (Cecilia para muchos de los visitantes, Paqui para nosotros) ha estado presente, sin quererlo, en los hogares de más de media España. Tu nombre ha resonado entre los salesianos, religiosas, residentes (¡qué tiempos!), profesionales, repartidores, familiares de alumnos, responsables de grupos, jóvenes, … y ¡cómo no! entre tus muchos compañeros y compañeras que han compartido tiempo y trabajo. Y eso sin mencionar las miles y miles de llamadas telefónicas que recibías en tu “cubículo”.
Siéntete orgullosa de ser la primera persona en recibir y anunciar, mediante el teléfono o la obsoleta megafonía, a cuantos se presentaban en la Casa. Siempre con el saludo y algún “chascarrillo” con los que mostrabas tu naturalidad. Muchos fueron, durante este largo tiempo, los que recurrían a ti para exponer sus quejas o problemas; pero también, con tu buen hacer, a debatir y resolver esas dificultades que se presentaban.
Sí, ese era tu trabajo dirás, pero impregnado de tu carácter personal y profesional. Has dejado huella en todos.
Y hoy, cuando acabas tu trabajo aquí, queremos sugerirte que recuerdes a tus prójimos y estos te recordarán a ti. Y en especial, no olvides a alguien que ha estado cerca de ti durante todo este tiempo: María Auxiliadora. Ella te ha acompañado cada día desde aquel en que entraste, con tu trabajo, a engrandecer la Congregación Salesiana en tu pueblo, El Campello. Acuérdate de saludarla a menudo y tenerla siempre presente.
Ahora llega el tiempo de pensar en ti, de disfrutar de esta nueva etapa que llaman “jubilación” que no es otra que la de olvidarse del estrés, de los horarios, de las responsabilidades, de los nervios. Te deseamos que puedas encontrar el placer por la vida y que esa energía con la que has desarrollado tu trabajo siga presente en tus proyectos de futuro, que de seguro son muchos e importantes.
Hoy, tus compañeros y compañeras, valoramos todo el trabajo realizado y te deseamos una feliz “jubilación”.
Y recuerda que:
“En El Campello es fácil entender
que siempre hay un amanecer”.
Mario Alberola