Estas preguntas no se hacen

9 junio 2018

La celebración del sacramento de la Confirmación que han recibido este año cuatro alumnas del colegio, ha dejado una huella importante en la vida de Marina, Xena, Ángela y María José; un paso importante en su Itinerario de Educación en la Fe.

La celebración estuvo presidida por D. Francisco José Beltrán, Vicario de la Vicaría IV de nuestra Diócesis de Orihuela-Alicante, y concelebrada por Manolo, sacerdote diocesano, el director de la casa, Paco, el párroco, Manolo Prats y los salesianos, Félix y Antonio. Participaron en la celebración acompañando a las cuatro jóvenes, más de cien personas entre familiares, salesianos y amigos, y especialmente un pequeño grupo de amigos y compañeros del colegio que fueron testigos de los intensos momentos vividos durante la celebración del sacramento.

En la homilía Don Francisco se dirigió a ellas, especialmente, y les hizo algunas preguntas que no tenían ensayadas, como previamente en la presentación les había advertido: ¿Estáis preparadas? ¿Queréis complicaros la vida? ¿Os habéis enamorado alguna vez? Y ellas se quedaron en silencio, querían responder de una forma, pero al mismo tiempo se daban cuenta de que la pregunta iba por otros derroteros, y hasta notamos cómo les subían los colores. Estos minutos fueron intensos y estaban dando entrada a la acción del Espíritu.

En la acción de gracias nos llamaron la atención las palabras de gratitud que cada una de ellas le dirigió al Señor:

  • “Señor, quiero darte gracias por la vida que me has dado. Estar hoy aquí no es casualidad; la fe que hoy hemos confirmado, ni nos la hemos inventado ni se nos ha revelado personalmente, sino que nos ha sido transmitida una fe por medio de tu Iglesia, que se ha hecho presente en tantas y tantas personas que nos han hablado de ti, y que nos han demostrado con sus vidas lo que significa creer: padres, padrinos, catequistas, salesianos, amigos…, un sinfín de personas en las que tú te has hecho presente”.
  • “Señor, hoy te doy gracias por la fortaleza y valores que me ha enseñado mi familia, y que han hecho posible que salga adelante en los momentos más difíciles. Señor, te agradezco la familia que me has dado, todos los consejos y la comprensión que me han dado, y por todo el amor que recibo: ellos me hacen sentir bien y feliz, y me ayudan a seguir adelante”.
  • Señor, te doy gracias por mi familia: me acompaña, me cuida y me quiere todos los días. Gracias por darme la fuerza para seguir adelante con todo lo que la vida nos trae”.
  • Hoy nos toca a nosotros, por tu gracia, ser testigos. Tú te fías de nosotras y nos llamas a ser tus testigos: gracias por confiar, gracias por esta Confirmación, gracias por la luz de este día que sin duda se prolongará e iluminará todos los días de mi vida”.

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